Sin
duda un vino especial vestido por una preciosa botella, de estilizada y bella
etiqueta, para un vino de gran clase que corona la labor de una familia
ejemplar: los Rubén y Marcos Sáenz.
Cuando
he catado este caldo, lo que más me ha impresionado es el feliz matrimonio que
se observa entre el clasicismo riojano junto a nuevas notas modernas, aportando
en su conjunto potencia, elegancia y compleja riqueza aromática, aportada de su
cuidada crianza, en un vino moderno y ampuloso.
Situada
en la localidad de Moreda de Álava, un lugar privilegiado de la Rioja Alavesa,
Bodegas San Prudencio es una empresa joven y dinámica, que apuesta por crear
vinos innovadores y adaptados a los gustos del mercado. Todos los profesionales
que forman parte del equipo están caracterizados por un espíritu creativo, que
busca aunar tradición y calidad con innovación.
Los
orígenes de Bodegas San Prudencio se encuentran en Clavijo, un pequeño pueblo
riojano donde todavía se pueden observar las ruinas del antiguo monasterio de
San Prudencio. Fue aquí, en Clavijo, donde los hermanos Sáenz López adquirieron
los primeros conocimientos sobre vitivinicultura, viendo a su padre elaborar su
propio vino. De él y de las generaciones anteriores heredaron la dedicación y
la pasión por el vino.
Los hermanos Saénz elaboraron su primer vino, Cueto, en el año 2001, en la Bodega Monte Laturce. Cuatro años más tarde, adquieren Bodegas San Prudencio.
Los hermanos Saénz elaboraron su primer vino, Cueto, en el año 2001, en la Bodega Monte Laturce. Cuatro años más tarde, adquieren Bodegas San Prudencio.
Amparados
por la D.O.Ca Rioja, los viñedos se distribuyen desde zonas próximas al Valle
del Ebro, a unos 400 m de altitud, hasta otras situadas a 870 m . Los “viñedos
de altura” proporcionan los vinos más robustos y corpulentos. La media de edad
de las vides es de 45 años, contando con vides comprendidas entre los 5 y 105
años y que se reparten por diferentes términos como Clavijo, Villamediana,
Tudelilla, Ribafreda, Albarite, Moreda de Álava, Fuenmayor y Oyón.
Cata
De Padre 2009
Uvas:
50% Tempranillo y 50% Garnacha de viñedos
legendarios en la Rioja Alavesa y Rioja Baja, de suelos arenosos, calcáreos y
arcillosos
Barricas:
Maloláctica en barricas de roble francés y posterior crianza de 18 meses.
Afinamiento en botella antes de su comercialización.
Grado:13.5%
Vol
Acidez:
5.7 g/l
Volátil:
0.55 g/l
Azúcar:
0.4 g/l
Producción:
20.000 botellas
Vista:
Picota madura con ribete ligeramente rubí, limpio y brillante.
Nariz:
Franco, fresco, con aromas de frutas rojas y negras en compota y confituras,
balsámicos, tonos lácteos y de maderas exóticas, cedro.
Boca:
Equilibrado, sabroso, aterciopelado, con una fresca acidez, notas balsámicas y
un final de frutas del bosque. Nobles maderas y toque mineral. Elegante
postgusto.
Servir a temperatura de 16 grados y con una previa decantación de media hora para oxigenarse.
Sin
más un vino para disfrutar de manera pausada y a ritmo frecuente, un vino para
disfrutarlo.